Una sesión conjunta
Como fotógrafo de Comunión me alegra saber que las personas que llegan hasta mí, lo hacen buscando un servicio de calidad. Pero también quieren más. Ese algo que marca la diferencia con el trabajo de otros compañeros. No seré yo el que diga cual es ese factor, claro está. Porque prefiero dejar que sea mi trabajo el que hable. Por eso os traigo este álbum de Primera Comunión.
El colofón perfecto
Que aún no haya mostrado los álbumes de Comunión sólo es consecuencia directa de dar a las familias un recuerdo completo y único. En este caso, sabía que Claudia, Inés y Ana eran muy buenas amigas así que les propuse realizar, además de sus propias sesiones de estudio, unas conjuntas una vez pasada la ceremonia. Las madres encantadas, pero las niñas irradiaban felicidad.
Toledo volvió a ser el escenario perfecto para disfrutar de un rato con ellas. Y es que a pesar del madrugón, vinieron con una actitud y una energía fantásticas. Jugaron, posaron y disfrutaron. Objetivo conseguido.
Fotógrafo de Comunión
Personalmente, como fotógrafo de Comunión siempre intento pasármelo tan bien como ellas. Y vaya si nos reímos. Ser profesional en tu trabajo y divertirte debería ser un pack. Da igual si acabo por los suelos o si tengo que aprender a bailar tiktoks porque lo verdaderamente importante es conseguir esas imágenes que muestren a las personas tal y como son. Y ellas son un amor. Aquí te dejo una pequeña muestra de lo que disfrutamos con esta sesión conjunta de Claudia, Inés y Ana con el fotógrafo de Comunión.