Después de la celebración de la boda en Huerta de Valdecarábanos pusimos rumbo al Cigarral Viñedos de Santa María, en Toledo. Allí tocaba pasar el resto de la tarde, en un ambiente mucho más festivo y relajado. Donde los nervios ya no estaban presentes y sí, la alegría de poder compartir con su gente este día.
Ángel y María han puesto toda su confianza en mi trabajo. Yo he puesto toda mi pasión, mi alegría y mi ilusión en corresponderla. Porque después de un año he descubierto a dos personas maravillosas que se merecen lo mejor. Con ellos me he reído, he disfrutado, me he emocionado. Y ahora toca disfrutar del proceso hasta entregar el reportaje completo del día de su boda.
Pero hasta que llegue eso, casi sin tiempo para poder descansar, he querido compartir con ellos, y con todos vosotros, estas fotografías a modo de resumen.
Por último no quería despedirme sin agradecer a todos (novios, familia, amigos) el habernos hecho sentir como uno más en este día tan increíble. Disfrutamos de nuestro trabajo, nos vaciamos en fuerza y creatividad. Pero todo esto es mucho más fácil cuando nos acogéis de esta manera. De parte de Félix (mi gran compañero fotógrafo), de los videógrafos Kike y Roberto, y de la mía: Pepe; muchas gracias de corazón.