Eadweard Muybridge y el motion picture
¿Nuevo por aquí? ¿Quizás seas ya lector asiduo? Sea como fuere, bienvenido otro martes más a Historia de la fotografía. Hoy toca hablar Muybridge. Hay quien lo cita como una de las personas que sentó las bases para el desarrollo del cine. Y lo hizo desde la fotografía. Pero sus investigaciones estuvieron centradas en el movimiento, la forma de congelarlo y poder representarlo. Además hay una pequeña sorpresa que te contaré a lo largo del post y que difícilmente podrás imaginar. Si te pica la curiosidad, adelante, conoce un poco más a nuestro siguiente protagonista.

Eadweard Muybridge
A comienzos de la década de 1870 un poderoso hombre de negocios y política de California le ofreció trabajar para él retratando el galope de sus caballos de carrera. De esta forma consigue desarrollar la tecnología para la captura de imágenes consecutivas de alta velocidad. Después de ello Muybridge prosiguió fotografiando secuencias de movimiento de todas las especies animales del zoológico de Filadelfia.
No quedó ahí la cosa ya que los siguientes 20 años los pasó fotografiando humanos. De todo tipo y en enorme variedad de acciones. Sus trabajos fotográficos fueron editados bajo los títulos Animal Locomotion y Human Locomotion. Ambos con una gran repercusión en los ámbitos científico y tecnológico de la época.
Todo comenzó con una apuesta
En 1872 comienza a tomar las primeras instantáneas de carreras de caballos y se inicia su preocupación por captar el movimiento. Sus intentos al respecto surgen de una apuesta entre el ex gobernador de California y presidente de la compañía de ferrocarril Central Pacific Railway, Leland Standford, y el presidente de la Bolsa de San Francisco, James Keene. Según el primero, había un momento en el galope de los caballos en el que éstos tenían las cuatro patas suspendidas en el aire, mientras que el segundo sostenía justo lo contrario. Standford contrató a Muybridge para que resolviera la disputa con ayuda de su cámara.
El experimento




El zoopraxiscopio

Hay un asesino entre nosotros
Nuestro protagonista viajaba por toda América captando fotografías. En una de sus vueltas a casa, Flora, su mujer, queda embarazada. Al hijo deciden llamarlo Florado Helios. Meses después, Muybridge descubre que en el reverso de una fotografía de su hijo escondida por su mujer hay una dedicatoria a un amante. El hijo no era suyo.
Cuenta la historia que enajenado, sale en busca del padre de la criatura y lo encuentra jugando a las cartas. Como si de una película se tratase, se presenta y le dice tener un mensaje para él de su mujer. Momento en el que saca un revólver y lo mata frente a varios testigos. Por aquel entonces, la condena por asesinato era la horca, pero el jurado decide absolverlo. Flora muere poco después y el chico acaba en un convento donde nunca supo más de él.
Una panorámica imposible
En un viaje a San Francisco, realiza un panorama de la ciudad que lo termina de legitimar como artista. El panorama ofrece una representación imposible de la ciudad. La transformación de una visión circular en un espacio lineal. El panorama es el resultado del montaje de una serie discontinua de unidad de tiempo en una continuidad ficticia.

Y yo que pensaba no escribir sobre Eadweard Muybridge y hacer un pequeño salgo en la Historia de la Fotografía. Al final este post ha sido divertido de escribir y buscar información al respecto. Queda claro después de todo que nuestro protagonista sentó las bases de de la fotografía de alta velocidad y el inicio de lo que hoy conocemos como stop motion. Años más tarde surgiría el cine, pero esa es otra temática diferente, así que por hoy es más que suficiente.
Recuerda que el próximo martes tendrás una nueva entrada en mi blog y que, si esta te ha resultado interesante, no deberías perderte. Hasta entonces, a disfrutar. Nos vemos en redes sociales.