Me recordaba María mientras hablábamos por whatsapp que hace dos años haciendo su reportaje de preboda. ¡Quién me iba a decir que también sería su fotógrafo de embarazo en Toledo! Bueno, la verdad es que esta sesión ya nos rondaba por la cabeza, pero por causa del COVID19 tuvimos que posponerla. Y amenazaba con que la pequeña naciera antes porque ya sólo le quedan dos semanas hasta salir de cuentas.
Así que no pude resistirme a escribirles para proponerles esas fotos que María estaba deseando. Fondo negro, luz concentrada sobre ellos y simplemente disfrutar de un ratito en familia. La respuesta fue tan sencilla como apalabrar el día y quizás lo más duro, esperar a que llegase el momento.
Justo como el que vendrá dentro de muy poquito. Se convertirán en padres de una pequeña: Vega. Uno más uno son tres. Y dentro de unos años podrán recordar estos momentos como especiales. Podrán compartirlos con su hija y explicarle lo bonito que es cuando dos personas se quieren tanto como ellos.
Así que en días como hoy, en los que más que novios o futuros padres son amigos que me han permitido capturar con mi fotografía los momentos más especiales de su vida es cuando más agradezco haberlos conocido y haber dedicado mi tiempo a esta profesión. Espero que pronto podamos ver a Vega y disfrutar de ella.