Cómo entender la obra de Eugène Atget
Con casi toda seguridad se podría afirmar que el gran legado de Atget es la influencia que ejerció sobre los fotógrafos que le imitaron y superaron en épocas posteriores.
Atget no consideraba su obra como arte, sino más bien como una serie de documentos. De hecho, en la puerta de su estudio llegó a colgar un letrero que rezaba: Documentos para artistas. Pero si miras detenidamente sus fotografías o las estudias podrás ver que cuidaba mucho la composición, la rectitud de las líneas arquitectónicas y tenía una especial cuidado por buscar una luz que resaltase las texturas en sus imágenes.
Utilizaba un angular para esas tomas lo que le permitía incluir elementos cercanos o una buena perspectiva del suelo. Eso hace que aquel que las contemple, incluso hoy en día, tenga la sensación de estar casi presente en aquel momento.
Por otra parte, debes entender la visión fotográfica de Atget. Para él la fotografía era una herramienta de registro de un espacio y un tiempo. Por ello, en un momento histórico donde la mayoría quería hacer grandes retratos o cuadros increíbles con sus cámaras, Eugène Atget tan sólo quería crear un archivo de documentos que pudieran ser útiles en el futuro. Y quizás es por ello que su obra no tuvo un gran reconocimiento en vida, pero con el paso de los años se consideró imprescindible.