Después de unas semanas de la boda en Sonseca de Jesús y Cristina puedo ver todo con perspectiva. Seguro que ellos, después de su viaje de novios, también. Estoy contento, feliz y muy satisfecho con el resultado de su reportaje. Ahora nos queda buscar una fecha para su postboda y ponernos a maquetar su álbum de recuerdos. No estarán todas las fotografías, pero sí estarán las más importantes parar ellos.
Hay quien, al casarse, busca al mejor fotógrafo de bodas del mundo. Yo no lo soy. Hay quien busca al más barato. Tampoco es mi caso. Quizás sólo fui el fotógrafo con el que ellos conectaron, el que entendió sus necesidades y el que trabajó duró para capturar momentos únicos que querrán ver y recordar más adelante.
Hoy, toman valor aquellas palabras que me dijeron mientras aprendía: «de todo lo que se hace en una boda, lo único que queda es la fotografía. Y con el tiempo gana en valor». Y cada vez estoy más convencido de que es así. Así que cada vez me esfuerzo más para poder captar esos momentos de las parejas que confían mi trabajo.
Gracias Jesús, gracias Cristina. Gracias a vuestras familias y a todas las personas que disfratásteis de ese día. Me habéis regalado una nueva experiencia única y maravillosa.