¡Martes! Y eso significa que vuelvo con un nuevo post sobre la Historia de la Fotografía. En este caso creo que se va a tratar de un artículo bastante escueto porque en él os quiero enseñar la primera cámara fotográfica que utilizó el rollo de película recientemente inventado por George Eastman. Se trata de la Kodak no.1. Sin embargo, no hay que subestimar a esta cámara pues supuso un gran acercamiento al público general. No te anticipo mucho más que si no desvelaré las sorpresas.
La Kodak no.1 es legendaria. Se trata de la primera cámara en utilizar películas en cintas de cámara. Su invención está bajo la patente de George Eastman, del que ya te hablé la semana pasada. La nueva cámara salió al mercado en 1888.
Su funcionamiento era algo rudimentario, pero novedoso para la época. Tenía un botón en la parte izquierda que permitía accionar el obturador y una llave en la parte superior con la que avanzar la película una vez expuesta. Para pasar el rollo existía un punto que rotaba y que permitía al fotógrafo saber cuándo había pasado la cantidad justa de película.
Como curiosidad te contaré que la primera cámara no tenía forma de encuadrar. Sólo se facilitaba al usuario una especie de V impresa en la parte superior que mostraba el ángulo de visión.
El formato de las imágenes era redondo. ¿Por qué? porque era una forma de asegurar que el fotógrafo no tuviera que sostener la cámara exactamente al nivel del horizonte y para compensar la mala calidad en las esquinas.
El rollo de película permitía realizar 100 fotografías y ahora te voy a contar el punto más importante de la idea de negocio de Eastman y su compañía Kodak.
A medida que la joven empresa de Eastman creció, se enfrentó al colapso total al menos una vez. Fue debido a que las placas secas se deterioraron en manos de los distribuidores. Eastman los reemplazó con un buen producto y su nueva visión se reflejó en alguno de sus comentarios: «comenzamos a hacer de la fotografía un asunto cotidiano» o «hacer que la cámara sea tan conveniente como el lápiz». Por ello, trató de buscar un mejor soporte que acabaría dando como resultado el celuloide.
A medida que perfeccionó el rollo de película transparente y el soporte del rollo, Eastman cambió toda la dirección de su trabajo y estableció la base sobre la cual se construiría su éxito en la fotografía amateur.
«Cuando comenzamos con nuestro esquema de fotografía de películas, esperábamos que todos los que usaban placas de vidrio tomaran películas. Pero descubrimos que el número que lo hizo era relativamente pequeño. Para hacer un gran negocio tendría que llegar al público en general».
Eastman tenía una idea muy clara sobre la fotografía y la visión de cómo hacer rentable su inversión, así que construyó el imperio de Kodak sobre cuatro principios básicos:
Gracias al ingenio de Eastman cualquiera podía tomar fotos con una cámara de mano simplemente presionando un botón. Él mismo acuñó el eslogan «presiona el botón, nosotros hacemos el resto«, y en un año se convirtió en una frase muy conocida. Más tarde, con gerentes de publicidad y agencias que llevaban a cabo sus ideas, revistas, periódicos, pantallas y carteles publicitarios llevaban el cartel de Kodak. En 1897, la palabra «Kodak» brilló en un letrero eléctrico en Trafalgar Square de Londres, uno de los primeros letreros que se usaron en publicidad.
Estas primeras cámaras Kodak fueron diseñadas por George Eastman en colaboración con un ebanista, Frank A. Brownell, quien instaló la línea de producción en la fábrica de Eastman. Está construida con juntas de caja y una cubierta de cuero.
Al final no se ha quedado tan corto como pensaba este post de la Kodak no.1, la primera cámara con rollo de película en la Historia de la Fotografía. A lo mejor es que me enrollo demasiado, pero me interesaba contar no sólo sobre la cámara en sí, sino de la estrategia que Eastman siguió para comercializarla y hacer crecer su empresa. Dicho esto ya os dejo libres hasta el próximo martes donde volveré a escribir sobre un autor en concreto. Alguien que hizo un trabajo sobresaliente y que no te dejará indiferente. Hasta entonces, a seguir disfrutando. Nos vemos por aquí o por redes sociales.