De nuevo martes. Y eso significa que toca una poco de Historia de la fotografía. Hoy os voy a hablar de un fotógrafo que trató de romper con la hegemonía que estaba alcanzando el pictorialismo fotográfico con autores de los que ya he hablado en post anteriores: Henry Peach Robinson, Gustav Rejlander o Julia Margaret Cameron. Se trata de Peter Henry Emerson. Surgió como uno de los grandes abanderados del naturalismo e incluso tuvo cruce de acusaciones con alguno de los del ‘otro bando’. Si quieres saber más, adelante, este post es para ti.
Su propuesta estimula la toma de fotografía en exteriores y de escenas cotidianas, lo que se aparta de la fotografía que se realizaba en aquel momento centrada en la actividad en estudios y en la escenificación de composiciones fotográficas. Los motivos aparecen siempre subordinados al estilo y hay una serie de actitudes artísticas que denuncian la presencia del autor.
Las fotografías de sus cuatro primeras publicaciones ilustradas: Vida y paisaje de Norfolk Broads (1886), Imágenes de la vida de los campos y pantanos (1887), Idilios de Norfolk Broads (1894) y Escenas de la vida al este de Inglaterra (1888); son tan solo una selección. Su tema común es el trabajo y el ambiente del campesinado en el este de Inglaterra. Por ello Emerson podría ser considerado como uno de los primeros documentalistas.
Sus primeras obras tienen un importante contenido sociológico, aunque el aspecto estético es todavía más poderoso en cuanto a la distribución de luces y sombras y una gran inventiva para la composición, como se puede ver en «El sembrador». Años más tarde, en una época de transición en su desarrollo artístico su mayor valor reside en su modernidad y abstracción, que surgen de su decisión de utilizar la técnica del enfoque diferencial que consiste en enfocar sólo un plano del campo de visión.
Emerson enumera los siguientes criterios. Todos compatibles con los criterios de práctica fotográfica que luego se denominaron directos y puros y que coinciden con los principios de la imagen verdadera:
«Esto es, entonces, lo que queremos decir con naturalismo: que todas las sugerencias deben provenir de la naturaleza y todas las técnicas deben usarse para permitir la impresión más verdadera de la naturaleza.»
Peter Henry Emerson defendía que el campo de visión humano no tiene una percepción uniforme. Esto es, era más definida en el centro que en los bordes. Por ello propuso, que para acercarse a la visión humana habría de poner ligeramente fuera de foco la lente de la cámara.
«…todas las otras partes de la imagen de la retina, excepto la formada en el área central, se ven imperfectamente», agrega, «por lo tanto, la imagen que recibimos a través del ojo es como una imagen minuciosamente terminada en el centro, pero solo esbozada en sus bordes.»
Os podéis imaginar las críticas. Algunas eran de este tipo: “El foco naturalista según Emerson significa ningún foco. Un borrón. Una niebla que los dioses llorarán y los fotógrafos esquivarán”. Sin embargo, la controversia generada despertó el interés por esta técnica de foco suave denominada por otro fuzzygraphs (‘borrogramas’).
Desde 1885 estuvo exponiendo fotos y ganando premios en diferentes salones, entre ellos en la Royal Photographic Society, en la que desató una gran polémica sobre las obras que se premiaban. Henry Emerson criticó todas las intervenciones manuales hasta el retoque. Por contra, defendió la pureza de la imagen directa no manipulada, y de la visión fotográfica sin artificios.
Uno de los más atacados fue Henry Peach Robinson, fotógrafo de moda por aquellos entonces en Inglaterra. Sus poses, su sentimentalismo y, sobre todo la obtención de copias por combinación de varios negativos fueron objeto de sus críticas.
Sin embargo, en 1891 publicó un folleto con borde negro «La muerte de la fotografía naturalista», en la que se retractó de su opinión hasta el punto de concluir que la fotografía no era arte.
“…las limitaciones de la fotografía son tan grandes que, aunque los resultados puedan dar, y a veces den, un cierto placer estético, el medio expresivo se clasificará en la jerarquía inferior entre las artes […] El control de la imagen se hace posible en un pequeño grado, variando el foco, variando la exposición, por el revelado, aunque lo dudo, y en último término por una cierta selección en los métodos de copiado. Pero los poderes vitales de la selección y el rechazo están fatalmente limitados, sujetos por barreras fijas y estrechas. No puede hacerse un análisis diferencial, ni una atenuación de ciertas partes, excepto con triquiñuelas y eso no es fotografía pura. La fotografía impura es sólo una confesión de limitaciones”.
Si la semana pasada no fui capaz de encontrar mucho material fotográfico, en esta ha sido todo lo contrario. Quizás porque Peter Henry Emerson ha jugado un papel muy importante en la Historia de la Fotografía gracias al naturalismo. Y esto es todo por hoy. Tan sólo habrás de esperar una semana para una nueva entrega que espero tengas ganas de conocer. Hasta entonces, recuerda, disfruta de cada momento y nos vemos por redes sociales.