
Podríamos decir que las Barrancas de Burujón son el lugar ideal para una sesión de preboda o de postboda, aunque lo cierto es que lo principal es tener una pareja dispuesta a todo.
La importancia de una preboda
Primero, si nos lo permitís, os contaremos por qué nos gustan tanto estas sesiones y las consideramos fundamentales. Muchas parejas afrontan sus primeros clicks con esa timidez, ese respeto que infunde la cámara, pero que poco a poco va desapareciendo y dejando ver la esencia de cada persona. Son muy comunes los comentarios: «es que no sé si me voy a ver bien», «yo nunca he posado» o «es que es ver una cámara y no puedo dejar de pensar que me están observando».
Los fotógrafos estamos acostumbrados a que los novios no estéis familiarizados con ello por lo que parte de nuestro trabajo consiste en relajar el ambiente. Hasta ahora, y aquí viene mi experiencia, la mejor forma que me ha funcionado es hablar. No me refiero a dirigir con: pon la mano aquí o allí, mírala, daros un beso; sino más bien explicando brevemente la idea que tengo en la cabeza y dejando que la magia surja. Cada pareja interpretará mi idea a su manera, que es precisamente lo que estamos tratando de fotografiar: su forma de vivir el amor. Más pronto que tarde, se habrán olvidado de la cámara. Y estarán tan metidos en la sesión que serán ellos los que te sugieran ideas que les rondan la cabeza.
Ésta es sólo una de nuestras razones. Hay más, pero las dejamos para otro momento. Ahora nos toca trabajar. Las fotografías de la preboda de Mario y María en las Barrancas de Burujón nos están esperando. Ellos quieren disfrutarlas muy pronto y nosotros enseñaros el buen rato que pasamos.
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