PRIMERA COMUNIÓN
Daniela
¡Qué ganas de enseñaros la Primera Comunión de Daniela!
Desde el primer momento uno tiene claro que quiere trabajar con gente que confía en su trabajo y que le dan toda la confianza para capturar mediante su cámara uno de los días más especiales de todo niño. Más si cabe cuando es ella la que te quiere como su fotógrafo de Primera Comunión.
Y la verdad es que la historia de esta comunión ha sido tan rocambolesca y cambiante como el momento que nos toca vivir debido a la pandemia provocada por el COVID19. Han sido varias fechas fijadas, pero cuando me llamaron con menos de una semana de antelación y me dijeron que adelantaban la celebración al pasado 16 de agosto moví los hilos para estar allí. Daniela se lo merecía. ¡Es tan genial! Sin duda que quería estar ahí para ellos.
Y veréis que no son las típicas fotos de Primera Comunión. Antes que una sesión donde la niña estuviera sola frente a la cámara, mostrando sus mejores galas, preferían un fotoreportaje mostrando como era el día, sin más. Y tuvo de todo. Porque los nervios afloraron cuando la peluquería llegó tarde al dejarle tirado el coche, o cuando la hora parecía mucho más cerca de la misa y todavía no estaban preparados. Pero eso nunca es problema para el fotógrafo, sino oportunidades para demostrar de qué pasta estamos hechos.
La anécdota
No quiero entretenerte mucho más porque seguro que has venido a ver las fotografías y no a leerme. Pero si que te dejaré una anécdota preciosa de la Primera Comunión de Daniela. La fotografía que encabeza este post refleja la cara de sorpresa de Daniela cuando ve a su madre peinada y maquillada. Y ella lo acompañó con un: ¡estás preciosa mamá! Pues sí, ojalá les dijeramos a nuestras madres lo preciosas que son y les devolviéramos una pequeña parte de todo el cariño y dedicación que nos dan.
Ahora sí que sí, os dejo con un pequeño resumen de lo que fue aquel día. Y recuerda que si quieres que sea tu fotógrafo, puedes escribirme en la sección de contacto. Gracias y nos vemos muy pronto.
