La Sinagoga Pinkas es la segunda sinagoga más antigua de Praga, sólo por detrás de la Vieja-Nueva. Fue mandada construir en 1535 sobre los cimientos de otra más antigua por el miembro de la comunidad judía Aaron Meshulam Horowitz. Su nombre proviene del nieto de éste, el rabino Pinkas Horowitz.
Las paredes del holocausto
A principios de los años 50, época de posguerra, la sinagoga Pinkas fue transformada en memorial de las casi 80000 víctimas judías checas del holocausto, abriéndose al público en 1960. Sin embargo, las autoridades comunistas la mantuvieron cerrada durante varios años, borrándose muchas de las inscripciones de las paredes.
Posteriormente, se procedió a volver a escribir a mano todos los nombres de las víctimas del nazismo en las paredes. Aunque en realidad no sólo son sus nombres, sino que también están escritos el lugar de nacimiento y de su muerte. Están agrupados por lugar de nacimiento, hallándose en la nave principal los judíos de Praga, y en el resto de paredes los del resto de localidades. En total son 77.297.